Estimados, el día de hoy estaremos cerrando los contenidos de la unidad 2. Son muchos los temas que hemos atravesado al abordarla, lo que nos permite observar la complejidad de la alimentación humana y la que va adquiriendo a medida que transcurren los años.
Es importante que tengan presente que la alimentación es mucho más que comer e ingerir los nutrientes que nos permiten vivir. Vimos que son varios los factores que inciden en nuestras elecciones alimentarias: los biológicos (necesidad de nutrientes), los subjetivos (gustos personales), los socioculturales (preceptos científicos, religiosos y/o tradicionales que orientan nuestras elecciones alimentarias), los socioeconómicos (acceso a recursos económicos y posibilidad o no de elección de los alimentos), los políticos (decisiones de qué y cómo producir, y también de cómo distribuirse), los ecológicos (clima, recursos naturales regionales, cuidado del medioambiente y la energía, condicionan nuestra alimentación y la forma de cocinarla y consumirla).
A su vez, vimos que la alimentación cumple varias funciones (muchísimas) relacionadas con el momento, contexto en que se produce y de acuerdo a la cantidad de personas que participan en el acto de la alimentación: un atracón con chocolates en solitario puede ser la forma que elegimos para hacer frente a una situación de estrés, la comida que nos preparan nuestros padres, a pesar de las mil tareas que hacen durante todo el día, funcionan como un acto para expresarnos amor...
Analizamos como los sectores mejor posicionados económicamente delinean las características del modelo estético hegemónico, asociando la delgadez, ciertas características estéticas (cuerpos esculturales, muy delgados en mujeres, muy musculosos en hombres) y determinados consumos alimentarios (productos light y diet) al ideal a seguir en cuanto a cuidado y "presentación" del cuerpo ante el mundo. Este modelo crea determinados estereotipos de belleza que pueden ser muy perjudiciales cuando se siguen sin respetar las características físicas propias (altura, contextura física y peso de acuerdo a edad, actividad, sexo y desarrollo físico-muscular) y saboteando la alimentación (anorexia, bulimia, vigorexia) para llegar a ellos.
Entre las paradojas de la alimentación encontramos que hay enfermedades alimentarias que responden a causas sociales: la anorexia, bulimia y vigorexia, no se deben a la imposibilidad de acceder a alimentos sino a la decisión de restringirlos con el objeto de llegar al estereotipo de belleza que seamos afín o cediendo ante la presión que ejerce la sociedad a través de diferentes mensajes y medios (familiar, grupos: de amigos, de deportes, medios de comunicación, etc.). Y, como veremos hoy, tenemos las enfermedades cuyas causas principales son socioeconómicas, en donde el factor dinero juega un papel importante, y las restricciones de alimentos (desnutrición alimentaria) o de nutrientes (obesidad con alimentos de bajo valor nutricional) se deben a la imposibilidad del acceso a alimentos variados nutricionalmente la mayor parte de las veces. La paradoja es vivir en un mundo donde no comen quienes pueden comer (sectores medios-altos), tienen hambre (o comen mal) los que quisieran comer bien (sectores populares) y comen mal quienes podrían comer bien (sectores medios).
En efecto, encontrar el equilibrio alimentario es un camino complejo, de conocimiento del propio cuerpo y que en muchas ocasiones necesita orientación profesional para poder llevarlo lo mejor posible. Pero en primera instancia está el respeto hacia el propio cuerpo como condición para poder optar por un buen camino alimentario.
El día de hoy tendremos dos actividades: en la primera, completarán un formulario en donde se evalúan conocimientos generales de la alimentación vistos en la unidad 2 y también de las enfermedades de la alimentación correspondientes a la presente clase y en la segunda, tienen un artículo periodístico relacionado con una forma de alimentación en boga (vegetarianismo/veganismo) y una serie de preguntas para analizar el mismo.